La sociedad de la información, materia de nuestra convergencia también posee un prisma desde el enfoque de derechos y de cómo estos se ven absortos en la realidad de una sociedad cada día mas informatizada, ésta, la sociedad producto o consecuencia de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), tecnologías que son el motor de esta nueva sociedad o más bien e-sociedad han dado comienzo a una discusión sobre los denominados “derechos de cuarta generación”.
Entendamos primeramente, que los derechos siempre van un paso atrás a los hechos que socialmente los consagran o motivan. Las reivindicaciones del ciudadano frente al absolutismo del Estado y del monarca explotan a finales del siglo XVIII propiciando una serie de derechos que hoy se miran y conciben como universales, por ejemplo la libertad de expresión (derechos de primera generación). La ausencia de un Estado regulador y el capitalismo descontrolado en la era industrial del siglo XIX, dan paso a una serie de derechos sociales que hoy tienen plena vigencia y aceptación, por ejemplo el derecho al trabajo, derecho a la seguridad social, entre otros (segunda generación de derechos) que comienzan a ver la vida a finales del siglo XIX y primera mitad del XX. La conciencia global que surge en los años 80 facilitará el auge a los denominados derechos de la solidaridad y ofrecerán un nuevo set, por ejemplo el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación (tercera generación de derechos).
Chile no es ni ha sido ajeno a estas realidades mundiales, solo conviene leer algunos preceptos del artículo 19 de la Constitución Política de la República para evidenciar el como se han reconocido en el ordenamiento jurídico interno una sucesión de derechos nacidos a la luz de los movimientos sociales de cada tiempo. Lo que se quiere significar, es que esta nueva realidad está dando paso a una serie de situaciones (hechos sociales) que requieren por un lado que los derechos de primera, segunda o tercera generación encuentren soluciones a problemas que hoy acompañan a la naciente sociedad de la información o derechamente se consagren nuevos derechos para nuevos problemas. Asistimos en consecuencia, a la gestación de los denominados “derechos de cuarta generación”.
Un ejemplo puede graficar la idea anterior. La excesiva información personal y no personal que del ciudadano hoy circula en una serie de entornos y especialmente en los digitales, pueden llevar a lo que algunos autores denominan el riesgo de volverse un “ciudadano de cristal”, es decir, la consagración máxima de la no privacidad. En este sentido, es factible preguntarse si nuestros actuales derechos, unos de orden constitucional (19 N° 4 Constitución) y otros establecidos en leyes ordinarias por ejemplo (Ley N° 19.628) nos brindan la debida protección o es necesario que una propuesta nos lleve a un perfeccionamiento de ellos. Es válido preguntarse entonces, ¿ es suficiente nuestra actual institucionalisdad o será necesario perfeccionarla ?, ¿ se requeirá un ente público que permita regular y arbitrar los innumerables conflictos que se presentan a consecuencia de la utilización de información personal por parte de bancos, empresas, personas naturales, entre otras. En esta materia, España ha dado un paso más adelante y cuenta desde hace años con una agencia especializada en materia de protección de datos.
La sociedad de la información, este nuevo modelo social que viene manifestándose desde finales del siglo XX y en pleno desarrollo a comienzos del siglo XXI -como se señalo - no esta ajeno a nuestra realidad nacional, es nuestra actual realidad actual. En este plano, los gobiernos de la concertación han dado pasos positivos en la materia, pero ciertamente se requiere mucho más, ese camino precisa de un liderazgo claro y con visión de país, el que ciertamente ofrece Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Importante es señalar, que el ex Presidente en esta materia no debuta y en su administración se desarrollaron una serie de iniciativas que hasta el día ed hoy perdurán y que sirvieron de base para otras del ramo.
Francisco Trejo Ortega
No hay comentarios:
Publicar un comentario