jueves, 15 de enero de 2009

Modernización del Estado Monitoreo y Evaluación de Compromisos Presidenciales

Introducción


Una de las actividades de mayor importancia para el ejecutivo es el monitoreo y evaluación de los compromisos gubernamentales. Su trascendencia radica en que es el Presidente de la Republica el que asume compromisos con la nación, por lo cual estos deben ser cumplidos a cabalidad por los respectivos servicios de cada ministerio.

Por otra parte, estos sistemas (bien utilizados) sirven para que el Presidente y Ministros estén constantemente informados de los estados actuales de los compromisos. Así no ocurren infortunios como el bullado caso del Hospital de Curepto.


Los compromisos presidenciales son monitoreados y evaluados a través de varios sistemas que son utilizados en la División de Coordinación Interministerial (perteneciente al Ministerio Secretaría General de la Presidencia) como son el Sistema de Programación Gubernamental, 21 de Mayo, Matriz Programática Integral, entre otros. La Dirección de Presupuesto (perteneciente al Ministerio de Hacienda) también realiza seguimiento y evaluación a los compromisos presidenciales a través del Sistema de Control de Gestión. Además, los ministerios cuentan con sus propios sistemas de monitoreo y evaluación de las actividades que son responsabilidades de sus servicios.


Situación Actual


El Ministerio Secretaría General de la Presidencia tiene como deber asesorar al Presidente de la República en temas políticos y programas de gobierno, así como también al Ministro del Interior y a cada Ministro del gabinete. Además de cumplir con funciones de coordinación entre todos los actores mencionados anteriormente.

Para desempeñar esta última actividad, en la Segpres existe la División de Coordinación Interministerial (DCI), encargada de coordinar y seguir el programa del ejecutivo, a través de los siguientes sistemas de monitoreo y evaluación (M&E):

- Elaborar y Monitorear la agenda de trabajo gubernamental

- Analizar la coherencia de las actividades programáticas y legislativas

- Constituir, coordinar y participar en equipos interministeriales

- Sistematizar la información para la cuenta anual del 21 de mayo


Identificación del Problema


Actualmente existe un sistema de M&E que realiza seguimiento a las actividades comprometidas por el ejecutivo desde su origen hasta su fin. Este se denomina Sistema de Programación Gubernamental (SPG), el cual está compuesto por compromisos que realizan los ministerios y sus respectivos servicios, a los cuales se les realiza seguimiento trimestralmente y son evaluados en la misma frecuencia por los sectorialitas del DCI. A pesar de ser un buen sistema de evaluación, y que ha sido utilizado en plenitud en el gobierno de la Presidenta de la Republica, el SPG tiene las siguientes debilidades:

- No existe una ley que garantice la existencia del sistema, la continuidad de sus recursos y el financiamiento de sus expansiones.

- El sistema no es extensivo a nivel regional, por lo que la recolección de información de los compromisos regionales es lenta e inoportuna.

- No tiene indicadores de desempeño específicos para cada ministerio.

- El SPG no tiene una interfaz que llegue a al Sistema de control de Gestión (SCG) de Dipres, en donde se asignan los recursos a los compromisos. Es decir, dichos sistemas no se encuentran integrados.

- El SPG no se encuentra integrado a los sistemas de evaluación de MIDEPLAN.

- No comprende una combinación de los enfoques de Evaluación de Base Teórica y Evaluación Participativa, es decir, los estados de las actividades no están relacionadas con los responsables de estas a cualquier nivel.

- El SPG no está integrado con el sistema de seguimiento de los compromisos de los 21 de Mayo.

- Los objetivos estratégicos y sus respectivos productos son definidos por los mismos ministerios, por lo que no existe un trabajo interministerial para acordar objetivos.

- No permite entregar una visión actualizada sobre el estado de los compromisos, por lo que no es una representación de la realidad.

- El SPG no responde a los cuestionamientos de si la agenda institucional está dando respuestas a las demandas de la nación.

- No hay acceso público a la información.


Oportunidades de Mejora y Beneficios


Para un óptimo desempeño de los sistemas de M&E del estado, independientemente de la institución que los administre, se visualizan las siguientes oportunidades de mejora:

- Integrar todos los sistema de M&E en uno solo. Así se potencia la calidad y cantidad de información de los sistemas. Además, permite que la información sea continua y expedita.

- Dicho sistema integrado, debe ser garantizado por una ley que le permita financiarse, mejorar y expandirse.

- El sistema debería tener indicadores independientes para cada servicio, de cada ministerio. Así es posible medir y evaluar con criterios adecuados a los servicios.

- Los objetivos estratégicos deben ser ajustados al programa de gobierno de la nación, por lo tanto deben discutirse en mesas abiertas y coordinadas interministerialmente. Tanto los compromisos 21 de mayo, programa de gobierno, SPG, compromisos contingentes (son aquellos que son comprometidos en situaciones especiales por el Presidente de la República), compromisos regionales, proyectos emblemáticos y prioridades presidenciales deberían ser integrados como objetivos estratégico al sistema.

- Los servicios deberían actualizar diariamente la base de datos de los compromisos gubernamentales. De esta forma se podría tener una visión más realista del estado de los compromisos.

- El sistema debería permitir una interfaz a una plataforma (que debería desarrollarse), para que la información pueda ser consultada por los ciudadan@s. Mantener a la nación informada de los proyectos en desarrollo del gobierno es más ventajoso y cumple con la política de probidad y transparencia que se viene desarrollando desde el gobierno del Presidente Frei.


Conclusión


Es primordial para el programa de gobierno del Senador Eduardo Frei, contar con una sistema que sea la base de información para sus futuros compromisos de gobierno. Que sirva para:

- Diseñar agendas institucionales

- Tomar decisiones con información actualizada, de calidad y expedita

- Emitir informes de gestión institucionales

- Que sirva como medio para informar a la sociedad

- Que permita la coordinación interministerial

- Que pueda extraer información legislativa


Este sistema no solo cumplirá funciones de gestión interna del gobierno, si no que también tendrá el rol de informar a los ciudadanos acerca de los proyectos que se encuentran en desarrollo y que son relevantes para ellos.


Erick Carmona

Información, Conocimiento y Marginalidad Social

No es lo mismo acceder a información que disponer de conocimiento. Si bien ésta es la sociedad de la Información, el sentido último es que sea una sociedad del Conocimiento, que es lo que realmente genera desigualdades entre las personas y los países. Esto nos remite directamente a la “calidad” de quien escucha o lee. El sustrato cognitivo de quien recibe la información es determinante para la utilización de esa información. Con esto quiero decir que no es mucho el impacto de mayor conectividad, si quienes se conectan son muy desiguales o disímiles en su capacidad analítica. Desde un punto de vista epistemológico, sólo “ve” el que tiene una “marco teórico” previo, de otra manera es sólo mancha o ruido. Por lo tanto sin una política paralela de “capacitación” al lector de información, no se genera ninguna condición de igualdad. La marginalidad social, se verá acentuada, si por un lado las personas “no tienen como buscar información”, pero también por otra si no saben “digerir esa información”, es decir darle un sentido.

En definitiva, los procesos educacionales deben incorporar el uso de las tecnologías de la información, pero dentro del espacio educacional. En concreto, la escuela, el liceo y la universidad, siguen siendo espacios privilegiados para el proceso educacional, es allí donde a través de la intervención en los currículos, se puede generar un ciudadano empoderado, no sólo para exigir conexión, sino para saber utilizarla. Eso obviamente, exige, al estado de Chile, una fuerte inversión, tanto en equipamiento de las tecnologías de información, pero también en capacitación para el uso de esa tecnología. De otra manera sólo se aumentan las brechas socioeconómicas y se contribuye a mayor marginalidad social, a una dificultad de percibir que se participa en una sociedad que crece y se desarrolla.

Gonzalo Rojas

miércoles, 14 de enero de 2009

"Globalización de la Pobreza"

Chile ha venido bajando los niveles de pobreza de manera sostenida, llegando a disminuir más de la mitad en los últimos 20 maños. El elemento determinante fue que durante esos años Chile tuvo un acelerado crecimiento económico, tal vez la década de más rápido crecimiento en nuestra historia económica. Si a ese rápido crecimiento se agrega un conjunto de políticas públicas en salud, educación, vivienda, infraestructura, etc., más la focalización de determinados programas, tenemos como resultado esa reducción en los niveles de pobreza.


Sin embargo, creo que reducir nuevamente a la mitad la pobreza, es aún más complejo, en el sentido de que buena parte de los instrumentos que se utilizan se hacen más complejos y difíciles de implementar. Por lo que se hace más definitorio hoy acceder a un salto de tipo cualitativo en las políticas de reducción de desigualdades. De esta forma, si la concentración del ingreso nos lleva a una concentración del acceso a la información y al conocimiento, estaremos aumentando los niveles de desigualdad futura.


La superación de los actuales niveles de pobreza requiere tanto crecimiento económico como políticas públicas bien focalizadas, que estén dirigidas a no seguir aumentando la brecha entre una elite que todo lo sabe y una población que no entiende el mundo en que vive, puesto que no tiene acceso a las herramientas para ello.


El acceso a la tecnología es determinante para insertarse dentro de los flujos de información y la generación de conocimiento. El acceso a la tecnología y el grado de apropiación y sentido de uso que el usuario desarrolle, determinaran quien forma parte o no, de la Sociedad de la Información.


Es tal la seriedad e impacto del tema de la apropiación, que toda la inversión en TI (infraestructura, gobierno electrónico, desarrollo de contenidos, etc.) puede no llegar a estar al servicio de los grupos más vulnerables si éstos no se encuentran oportunamente preparados para asumir dichos desafíos. De ser así, los beneficios de dicho desarrollo pueden ser nulos para los grupos menos favorecidos de la población, si no entendemos que el grado de desigualdad existente en la sociedad es funcional a los grados de desigualdad futura. En este sentido las desigualdades preexistentes al interior de una sociedad y su disminución responden a un desafío, el de la inclusión social.


Hoy no es sólo la acumulación de riqueza, sino que también la concentración en el acceso al conocimiento, lo que estimula una creciente brecha y rápido distanciamiento socioeconómico: mientras unos están en la sociedad del conocimiento, otros están en la ignorancia; mientras unos están en la sociedad de la información, otros están en la desinformación; mientras unos están conectados, otros están desconectados; mientras unos son mano de obra calificada, otros son mano de obra no calificada, etc.


Para ello, crecer no sólo es importante sino que fundamental. Es necesario redistribuir riqueza y no pobreza. Por lo tanto, si el objetivo es disminuir las desigualdades y comenzar a decrecer la brecha entre los unos y los otros, se debe redistribuir la información y el conocimiento, cuyas carencias crean las condiciones de posibilidad para una pobreza globalizada.


Al futuro se llega por el conocimiento.



Las Políticas Públicas y las TICs

Cuando se habla de políticas públicas, lo usual es pensar en términos de combate a la pobreza, estrategias de empleo, manejo de la economía, entre otros; pero todo lo que refiere a las nuevas tecnologías, en particular las llamadas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TICs), no parece estar asociado a la adopción de lineamientos específicos por parte del Estado y sus órganos. Sin embargo, las TICs pueden estar al servicio del cumplimiento de metas para vencer el

sub desarrollo. En esta sociedad, la materia prima de la cual depende la economía ha pasado a ser

la información y el conocimiento generado a partir de ella.


Tratándose, entonces, de una política pública novedosa en cuanto a que hasta ahora no había tomado relevancia lo relativo a la incorporación de países en desarrollo a la Sociedad de la información, y considerando el impactante avance de las TICs, la pertinencia del tema resulta evidente, en tanto se ha hecho imprescindible adoptar políticas que pongan las nuevas tecnologías a disposición y servicio de grupos crecientes de la sociedad.


Dicha participación, en el caso chileno, se manifiesta de distintas maneras. Por una parte, en un sector como el de las telecomunicaciones, en manos de agentes privados, ha sido necesario que el Estado desempeñe un rol regulador de importancia, a través de un modelamiento de la industria para evitar fallos e ineficiencias de mercado. Asimismo, ha debido dotar el desarrollo de la industria de una batería jurídica apropiada, que permita desenvolverse con soltura en un mundo globalizado e interconectado.


Una segunda manifestación de la acción estatal dice relación con el desarrollo del gobierno electrónico. Viejos desafíos cobran hoy una vigencia impensada en la medida que se abren espacios de comunicación para la política de doble tránsito, es decir, desde la autoridad hacia el ciudadano y viceversa. Es menester que las personas, en su calidad de ciudadanos, ocupen estos espacios con el objetivo de marcar presencia y jugar un rol de interlocutores en el diálogo público. El objetivo debe ser romper con las privaciones que impone la acción política en un espacio reducido, para ampliar los ámbitos de acción ciudadana.


Un tercer aspecto a considerar, tiene que ver con la oferta de conectividad pública (acceso comunitario) impulsada por el Gobierno, a través de las distintas agencias públicas. De manera contraria, se estaría contribuyendo a incrementar los niveles de desigualdad entre los ciudadanos, que al no contar con un equipo con conexión a internet no podrían acceder a los beneficios del desarrollo de las plataformas de gobierno electrónico.


Crecer no sólo es importante, sino fundamental. Es necesario redistribuir riqueza y no pobreza. Por lo tanto, si el objetivo es disminuir las desigualdades y comenzar a decrecer la brecha entre los unos y los otros, se debe redistribuir la información y el conocimiento, cuyas carencias crean las condiciones de posibilidad para una pobreza globalizada.


La dinámica está dada por un incremento sostenido de la relación entre la vida de las personas y las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. En imperioso afrontar dicha relación con las capacidades y herramientas mínimas, que permitan entender y participar del mundo que nos tocará vivir en el futuro. Los ciudadanos del futuro contarán con mejores herramientas para reunir, procesar, almacenar y difundir la información y el conocimiento, y con ellas la posibilidad de tomar decisiones mejor informadas. La actitud receptiva a la innovación, en mentes atentas y preparadas para asimilar y dar sentido a los cambios tecnológicos, debiera ser la habilidad ha desarrollar; de esta manera se podrá influir en los procesos políticos, económicos y sociales de todo grupo humano embarcado en el ciclo que recién comienza.


La discusión del corto y largo plazo, también hay que hacerla. El impacto de las tecnologías, a lo menos, amerita una revisión de dichos conceptos y su vigencia tal como hasta hoy los conocemos.


La incorporación de TI puede no elevar el ingreso de las personas en el corto plazo pero sí aportarle elementos para entender algo más el mundo en que vivimos. La pobreza de entendimiento disminuye y con ella la brecha total. En este sentido, se puede afirmar que una persona digitalmente alfabetizada y entrenada para desenvolverse en un mundo en constante cambio y nuevos conocimientos, se encuentra mejor preparada para incrementar sus ingresos futuros.


En este nuevo entorno, el acceso a la tecnología es determinante para insertarse dentro de los flujos de información y la generación de conocimiento. El acceso a la tecnología y el grado de apropiación y sentido de uso que el usuario desarrolle, determinaran quien forma parte o no, de la Sociedad de la Información. Es tal la seriedad e impacto del tema de la apropiación, que toda la inversión en TI (infraestructura, gobierno electrónico, desarrollo de contenidos, etc.) puede no llegar a estar al servicio de los grupos más vulnerables si éstos no se encuentran oportunamente preparados para asumir dichos desafíos. De ser así, los beneficios de dicho desarrollo pueden ser nulos para los grupos menos favorecidos de la población, si no entendemos que el grado de desigualdad existente en la sociedad es funcional a los grados de desigualdad futura. En este sentido las desigualdades pre-existentes al interior de una sociedad y su disminución responden a un desafío, el de la inclusión social.


Análoga es la situación que enfrentan las empresas que participan de una economía abierta, como la de nuestro país. Los grados crecientes de competitividad harán necesario incrementar las inversiones en capital informacional, de manera que la competitividad de las organizaciones radique en la capacidad de generar conocimiento y aprender más rápido que la competencia, es así como el aprendizaje organizacional permanente será la única ventaja competitiva sostenible en el tiempo.



[1] 1 Economista, Magíster en Gobierno Electrónico. Miembro de la Escuela de Líderes “Generación Bicentenario” Fundación Chile 21